Cuando la tristeza te embarga, es complicado escribir.
Cuando el desasosiego se apodera de ti, es complicado crear.
Desesperanza, desorientación, cansancio ante tanta obligación de sostener durante tiempo, ya largo, ya pesado, ya repetitivo tanta muerte, tanto miedo, tanto contagio, tanta mentira, tanta sinrazón…
Y mientras tanto, Mario nace; muere Rogelia ; Antonia pierde el trabajo; Jorge se enamora; Beatriz se gradúa y la vida sigue y el sol sale, por suerte cada día y la luna nos enamora cada noche.
Y sufrimos un confinamiento total, velado y tuneado por restricciones suaves que ahora se endurecen, mañana se relajan, pasado las vuelven a endurecer envolviéndonos en una verdadera locura de normativas que ya no entendemos , ni respetamos por lo incomprensibles que son.
Hace unos días me encontraba en la situación tediosa de no saber si podía comprar el desayuno y tomarlo en la granja o lo tenia que tomar en la calle o si podía usar el baño o tenia que lavarme las manos al entrar, al salir, tirar de la cadena del WC antes o después de cerrar la tapa del WC o al revés …vaya, una auténtica locura.
Y mientras, la pobreza crece a ritmos vertiginosos, el paro como los contagios toca cada vez más, a gente más próxima. Lo Ertes se alargan, llegan tarde, precarios y sube la luz, eso sí…el día más frio del año, un 23% !!! Por favor, que no baje el precio de las acciones de las eléctricas…. ¡Y callamos !
Y hay elecciones pronto. Y no sabemos a quien votar porque ya nadie merece nuestra confianza y respeto.
Y es que el voto, lectoras y lectores, no es cualquier cosa.
El voto, ese trocito de papel de 10×10 que elegimos cuidadosamente, doblamos con esmero, encerramos en un sobrecito de las mismas medidas para que no salga de allí y nadie, absolutamente nadie sepa qué pensamos y a quién elegimos , aquel trocito de papel que doblamos con mimo, a veces dos y tres veces para que en aquellos pliegues de papel permanezcan concentrados nuestros sueños e ilusiones, no es cualquier cosa.
En el voto atesoramos nuestras ilusiones de cambio, nuestros sueños, nuestras expectativas de vida, nuestros deseos de futuro, nuestras esperanzas en la renovación y transformación profunda de ciertas tendencias de pensamiento.
En el voto hay concentrada mucha intención, mucha pasión y mucha esperanza.
En el voto aportamos nuestra brizna de ilusión en el diseño de nuestro amado futuro.
En el voto confiamos a alguien la esperanza de cambio, de mejora de políticas sociales, de cuidado de nuestros mayores, de cambio de modelos educativos, de abolición de la violencia de género, de igualdad de condiciones laborales, de tantos y tantos cambios que todavía necesitamos para logar una modesta democracia y una sana ciudadanía.
Y no olvidemos tampoco, la importancia que tiene el acto de votar, el derecho fundamental a la participación y a la libertad de opinión tan brutalmente agredida estos últimos años. En su acción y expresión hay blindados años de silencio, de esclavitud, de abolición de la libertad y una historia de dictadura y autoritarismo todavía difícil de aniquilar . Y años de negación y prohibición de que la mujer pudiera emitir su voz y pudiera ejercer su derecho a votar.
El voto, no es un simple papel que posiciona a un candidato en mejor lugar en relación a otro.
El voto es la única arma de poder que tiene la ciudadanía para hacer llegar su intención de cambio, transformación social, evolución, avance y mejora del país.
Abstengámonos, pues, de abstenernos porqué la abstención es la amiga de la procrastinación.
Así que, a votar y a dos manos !!
Barcelona, 31 enero 2021
Primera entrada del 2021 !!!
