Somos cinco amigas, viejas, canosas, gordas, decentes, bajas y altas, viudas, separadas, solteras y solteronas, amigas, alegres, optimistas y generosas. Nos conocimos en diferentes viajes y visitas por Barcelona hace unos seis años y ¿ qué hacemos juntas ? ayudarnos, acompañarnos, vigilarnos, cuidarnos y desde el rabillo del ojo, controlar y supervisar que ninguna haga alguna jugarreta a la otra.
¿ Que qué edad tengo ? Yo tengo 69 primaveras y todavía trabajo pero ellas tienen 77, 76, aquella es la más mayor y la que peor salud tiene …llega a los 80 !! y esta es la jovenzuela del grupo, con 67 años , dos menos que yo.
Dicen que cuando eres mayor hay una soledad no deseada que nos acecha. Chica, si no la deseas, lo más importante es tejer una red de amistades que te cuiden y te sientas querida. Nosotras, las mujeres de esta generación tuvimos que cuidar de nuestros maridos, padres, madres, hijos y suegros. Hemos cuidado a toda la tribu familiar y ahora estamos solas.
A nuestra edad, no nos buscaremos compañero ni pareja. No, no porque no nos salga o no nos quieran, no !!!! sino porque le tendremos que cuidar, también !!! y nosotras, con nuestras mochilas cargadas de tanto cuidar y mirar por los demás …ya no nos interesa nadie….ya no nos interesa seducir para agradar y satisfacer, me entiendes ?
Ya no nos interesa, interesar al caballero que nos mira con ojitos de buen interés….ya me entiendes…ya, no !!!
Ahora toca cuidarnos a nosotras, cuidar nuestra salud física, mental y sobre todo, la intelectual. Por eso no paramos de viajar !!! vamos a exposiciones, museos, excursiones, teatro, cine…vamos a ver buenas películas de esas de antes…al cine de pantalla grande !!!
Y nos escribimos por whatsapp cada día para saber que todas nos hemos despertado sanas y vivas . Ese es el mayor reto a nuestra edad. Porque cada mes nos enteramos que alguna amiga, vecina de una amiga, el hermano de la vecina, el cuñado de la prima, la amiga de la hermana….alguien !!! se ha muerto y se ha ido sin avisar, sin anunciarlo, sin planificarlo….de golpe. Y eso, aterra.
Y es que últimamente, hay mucha gente que se está muriendo de repente, sin enfermedad alguna. Da miedo, sabes ¿!. Nosotras, ahora, estamos hablando sobre el documento de últimas voluntades. Hay tres que lo tienen hecho, yo soy una de ellas. Pero me costó tres años…eh !!! decidirme, hacerlo, tenerlo claro y firmarlo en el notario. Tres años, que si, que ahora, que luego, que ya veré, que no lo tengo claro…y es que hablamos de irnos del todo….sabes ?! ….y eso, cuesta…..nos gusta demasiado la vida y vivirla !!!
Pero cuando tienes hijos como yo, no quieres dejarles decisiones que pueden marcarles para el resto de sus vidas. Es legítima responsabilidad y ejercer el poder de decidir hasta el final. Eso, a mi, me hace sentir viva. Y no quiero menospreciar la capacidad que tenemos ahora de poderlo pensar y dejarlo por escrito.
¿ El otoño ? antes, cuando era otoño de verdad, me entristecía un poco…días cortos, abrigados todo el día, en casa sin salir, los árboles se quedan pelados y una cosa muy personal: el otoño me conecta con la muerte. Mis padres fallecieron en noviembre , los dos, de hace muchos años, pero en otoño. Y en otoño las hojas se caen, los pajaros emigran a otros países….parece que la tristeza se instala en nuestros corazones, no sé….
Pero también puedo decirte que, a nuestra edad, tenemos muy claro que nos queda poco, que la muerte esta presente cada día, que lo importante es haber podido vivir plenamente y siendo conscientes de haber vivido, de haber amado a quien querías amar y de haber transmitido dulzura, ternura, esperanza y amor.
De haber contribuido a que este mundo, con nosotras, haya sido un poco más humano, más generoso, más compasivo….y que te recuerden !!!
Pero fíjate, el otro día hablábamos nosotras cinco de que te recuerdan dos generaciones más y nada más.
Y yo les decía: “y para qué quieres que te recuerden durante más tiempo ? si lo importante es que te vivan y te quieran los que viven hoy con una, no que te recuerden más o menos gente si ya no estas tu…..lo encuentro una sandez propia del deseo de transcender….”.
Si, somos cinco viejas felices y gozosas de la vida, de habernos encontrado y de acompañarnos en nuestras soledades….veremos cómo lo llevamos cuando seamos 4, 3, 2, 1….y me encanta hablar y decir que somos viejas, ¿sabes porqué ?
Porqué para mi, los cuerpos envejecen y son viejos y no veo mal hablar así, con claridad. Y porque para mi, la vejez atesora historia, vivencias, riqueza personal y espiritual.
Otra cosa será ver cómo llevamos la senectud, la dependencia, la pérdida de autonomía, etc….a mi, eso me aterra. Es lo que peor llevaré. Pero creo que esta bien poderlo hablar sin agobiarse y pensarlo sin obsesionarse.
A mi, me gusta hacer las cosas a mi manera, soy independiente, líder en mis acciones, me gusta la relación humana, reír, hablar, bailar….me imagino una viejecita centenaria en pleno bailoteo..jejej…..pero ya veremos qué nos depara el futuro y cómo lo gestionamos.
Gracias por este ratito compartido y esta entrevista tan amable y agradable con nosotras ¡
Gracias a ustedes, les dije yo. Gracias a estas mujeres bonitas de corazón y alma. Y es que las mujeres llevamos genéticamente incorporada esta necesidad de tejer redes relacionales de cuidado y sostén. Ya desde nuestras ancestras recolectoras, necsitábamos estar interconectadas para colaborar en la maternidad, crianza y alimentación de la tribu. Para ello se hacía imprecindible organizarnos en potentes redes de apoyo funcional y emocional.
En nuestros tiempos actuales, las mujeres seguimos teniendo mucha gracia para conectar entre nosotras y establecer redes de apoyo y de ayuda comunitaria. No nos cuesta pedir ayuda, nos satisface ofrecerla. No nos cuesta sentirnos vulnerables, nos satisface empoderarnos con la ayuda de la tribu.
Cuando parimos, necesitamos de madres, suegras, hermanas, primas, amigas, vecinas….necesitamos nuestra red de apoyo. Cuando envejecemos, nos enfermamos o nos rompemos en añicos emocionales, nos agrupamos, nos agolpamos, nos necesitamos, nos apoyamos y nos fortalecemos con la ayuda mútua y las redes que tejemos llenas de cariño y ternura entre nosotras.
Se llama, sororidad entre mujeres !
Barcelona 30 octubre 2023
